Con el cambio de estación y la llegada del frío, muchos nos encerramos en casa y pasamos por alto el potencial vigorizante de las actividades al aire libre. En este artículo, ahondamos en los beneficios de caminar, especialmente durante las épocas más frías, y su impacto en la lucha contra el Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Nuestra plataforma, WeWard, anima a caminar no sólo como actividad física, sino también como forma de enriquecer la salud mental y las conexiones sociales, y destaca la importancia de mantener este hábito sencillo pero eficaz en todas las estaciones.
Caminar, una actividad física fundamental, desempeña un papel crucial en la mejora de la salud mental, sobre todo en los meses más fríos. No se trata de una observación casual, sino de un hecho avalado por la ciencia. El aire enérgico del invierno puede amplificar la producción de endorfinas y dopamina, neurotransmisores responsables de las sensaciones de felicidad y satisfacción.
"Es un efecto mecánico. La verticalidad que impone caminar afloja los músculos trapecios, la parte superior de la espalda, las mandíbulas, incluso los dientes... Caminar nos obliga a soltar esas tensiones elevadas en la espalda, el cuello y los hombros que se acumulan cuando estamos estresados. Esta relajación física induce inmediatamente una relajación psíquica", subraya el psicoterapeuta Pierre-Yves Brissiaud.
El trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión relacionada con los cambios estacionales, suele alcanzar su punto álgido durante el invierno. El acortamiento de los días y la reducción de la luz solar pueden alterar nuestro ritmo circadiano y provocar sensación de fatiga y mal humor. Caminar al aire libre, incluso cuando hace frío, garantiza la exposición a la luz natural, que es esencial para regular nuestro reloj interno. La exposición a la luz natural durante los paseos invernales puede ayudar a reajustar nuestros relojes biológicos, mitigando los efectos del TAE.
Contrariamente a la creencia popular, caminar cuando hace frío puede tener beneficios adicionales para la salud. El esfuerzo por mantenerse caliente aumenta la actividad cardiovascular, mejorando así la salud del corazón. Además, caminar sobre nieve o hielo requiere más energía, lo que aumenta los beneficios físicos de la actividad. Un estudio publicado en la revista American Journal of Human Biology también descubrió que las personas queman un 34% más de calorías cuando caminan con tiempo frío que cuando lo hacen en condiciones más suaves.
Establecer una rutina es crucial para aprovechar los beneficios de caminar en invierno. Los usuarios de WeWard han demostrado que la incorporación de los paseos a las actividades diarias, como los desplazamientos al trabajo o los recados, puede aumentar significativamente el tiempo dedicado a caminar. Los elementos de gamificación de la aplicación hacen que este proceso sea agradable, animando a los usuarios a adoptar el caminar como una parte regular de su día, independientemente del tiempo que haga.
En conclusión, caminar, especialmente cuando hace frío, es una herramienta infrautilizada para combatir problemas de salud mental como el TAE. Integrando esta sencilla actividad en nuestra vida diaria, podemos mejorar no sólo nuestro bienestar físico, sino también nuestra salud mental. WeWard, a través de su enfoque innovador para fomentar el caminar, desempeña un papel fundamental en este viaje, ayudando a los usuarios a transformar una actividad mundana en un hábito gratificante que beneficia tanto al individuo como al medio ambiente.