El conocido mantra de los "10.000 pasos al día" no es una moda más, sino una señal de buena salud. Desgranemos los orígenes de este objetivo y su impacto real en tu bienestar.
A mediados de la década de 1960, como parte de una campaña para los Juegos Olímpicos de Tokio, una empresa japonesa llamada Yamasa Clock presentó un podómetro llamado "Manpo-kei", que literalmente significa "medidor de 10.000 pasos". Aunque el podómetro en sí se remonta al siglo XVIII, la referencia de los 10.000 pasos se convirtió rápidamente en un estándar de salud, incluso dando forma a funciones en dispositivos como Fitbit.
Un estudio de Harvard en 2019 descubrió que las mujeres mayores podrían reducir las tasas de mortalidad con solo 4400 pasos al día. Así que, aunque caminar tiene innegables beneficios para la salud, los 10.000 pasos deben ser una inspiración, no una presión. Las necesidades de salud son únicas para cada persona, en función de factores como la edad, el peso y el sexo.
Mejora la salud del corazón: Caminar a diario ayuda a reducir la presión arterial, garantizando un sistema cardiovascular robusto.
Dormir mejor: Caminar al aire libre te expone a la luz natural, regulando las hormonas del sueño y promoviendo un mejor descanso.
Reduce el riesgo de diabetes: caminar con regularidad mejora la resistencia, la sensibilidad a la insulina y ayuda a quemar calorías.
Digerir mejor: Un paseo después de comer favorece la digestión y está relacionado con el automasaje estomacal.
Fortaleza ósea: Combate los efectos adversos de un trabajo sedentario caminando. Ayuda al fortalecimiento de los huesos y mejora la densidad ósea.
Postura erguida: Caminar fortalece los músculos de la espalda, mejora la estabilidad de la columna vertebral y favorece la movilidad de las articulaciones.
Respira mejor: Caminar con regularidad aumenta la capacidad pulmonar y la función respiratoria. Basta con elegir zonas menos contaminadas.
Adelgaza: Camina esos 10.000 pasos y podrías quemar hasta 500 calorías, dependiendo de tu peso y sexo.
Mindfulness y paz mental: Caminar activa los neurotransmisores relacionados con la felicidad y puede combatir los ciclos de pensamientos negativos.
Siéntete con energía: Con una mejor circulación sanguínea, tu cuerpo se oxigena, lo que se traduce en más energía.